Las luces se apagan, las conversaciones se acaban...
y nos perdemos en un segundo, en un segundo que se convirtió en meses,
pero tú te encontraste, te encontraste en otro sitio, en otro lugar, con otra persona.
"Su cerebro se encontraba en perfecto estado. Seguro que el mundo tenía la culpa de que no fuera capaz de sentir."
Y caigo en un pasado oscuro, uno de esos sueños de los que no puedes despertar porque ni siquiera es un sueño y juro que tengo miedo, un miedo que invade mi cuerpo, y repito en mi mente que tengo miedo, miedo de mi misma. Y mientras me veo en el espejo me pregunto dónde estoy, pues ya no me reconozco... las marcas, las cicatrices, las voces, han vuelto y no se volverán a ir. Y ya no me importa nada, ya no siento, ya no pienso, ya no soy y tampoco quiero ser, sólo espero paciente el momento de despertar.