Me congelo sólo para poder sentir algo más que este vacío que me está quemando.
Marina, ahora lo entiendo. Sólo tengo recuerdos do lo que nunca sucedió. Sólo veo gatos negros que me sonríen, invitándome a entrar en casas abandonadas, a desaparecer durante semanas, o incluso meses. Cantantes que me encandilan con su música, como sirenas, arrastrándome a la deriva en camas ajenas.
Porque ahora sólo me queda escribir y pensarte,
aunque a veces quiera pensar en escribirte...